En su composición encontramos un 96% de ceramidas muy similares a las de nuestra piel que ayudan a regular su contenido graso, según lo necesite. Además retrasan la oxidación del aceite manteniéndolo en perfectas condiciones durante más tiempo.
También contiene ácido linoléico y vitamina E que son regeneradores celulares y retrasan el envejecimiento de la piel.
El aceite de Jojoba suaviza y protege la piel, nutriéndola y evitando las agresiones externas. Es ideal para pieles grasas y con acné, pues regula el sebo sin producir irritación.
Usos conocidos:
- Hidratante facial y corporal: En pieles secas se puede usar solo y si queremos tratar una piel con acné, podemos mezclarlo con gel de aloe vera para un mejor resultado.
- Mascarilla capilar: Nutre el cabello seco o dañado aportándole volumen y brillo.
- Preventivo de estrías: En períodos de cambios de peso como el embarazo evita la aparición de esas incómodas líneas cutáneas.
- Regulador del cuero cabelludo: Tanto si tenemos exceso de sebo como sequedad, este aceite nos ayuda a equilibrarlo y devolverle la salud. Además calma la picazón y ayuda ante la pérdida de pelo, estimulando su crecimiento.
- Protector solar para el cabello: Aplicando una pequeña cantidad antes de la exposición al sol o los baños en el mar.
- Aceite para cutículas: Basta con una gota diaria para suavizarlas.
- Desmaquillante facial: Elimina los restos de suciedad y maquillaje. No olvidemos aclarar con abundante agua posteriormente.
- Otros: calmante para después de un afeitado, como aceite para masaje o bálsamo para unos labios agrietados.